Alimentación para necesidades especiales
Deficiencia del sistema inmunitario
La peroxidación es un fenómeno con el que los gatos y los perros conviven toda su vida. Se trata de un proceso normal utilizado por el organismo para destruir células que ya no son útiles y matar gérmenes, parásitos, etc. Sin embargo, la peroxidación también puede eliminar o dañar células sanas. A medida que el perro o el gato envejece, los daños provocados por la peroxidación se acumulan, y aumentan el riesgo de infección y otros problemas de salud.
Los antioxidantes son nutrientes naturales que mejoran la salud general del animal y neutralizan el proceso de peroxidación de las moléculas celulares. Algunos antioxidantes, como la vitamina E, el betacaroteno y la luteína, son nutrientes naturales.
Investigaciones recientes patrocinadas por IAMS revelan que una alimentación rica en antioxidantes, como la vitamina E, la luteína o el betacaroteno, refuerza la respuesta inmunitaria y optimiza el reconocimiento de las vacunas en los perros y los gatos. Estos fenómenos son aún más beneficiosos en los animales de más edad. Otros estudios realizados por IAMS demuestras que la respuesta inmunitaria de los perros y los gatos se debilita con la edad.
Problemas intestinales más frecuentes
Los perros y los gatos mayores presentan un aumento en el número de bacterias perjudiciales y una disminución en el número de bacterias beneficiosas en su intestino, lo que puede provocar signos clínicos de problemas gastrointestinales (p.ej. diarrea).
Una alimentación con fructooligosacáridos (FOS), una fuente de fibra que contribuye a mantener sanas las poblaciones de bacterias intestinales, favorece el desarrollo de bacterias beneficiosas. La pulpa de remolacha, una fibra moderadamente fermentable, asegura una salud intestinal óptima y aporta energía a las células que recubren la pared del intestino, favoreciendo así la producción de heces consistentes y compactas.